DOS LUGARES PARA DESCUBRIR
Arturo Sacritán
Turbica
Una excursión interesante y que hemos tenido que repetir en varias ocasiones por el interés despertado es la visita al yacimiento romano de
Ercávica y al Monasterio Cisterciense de Monsalud, situados en el suroeste de
Guadalajara, esta comarca conocida también como la Hoya del Infantado, es aún poco conocida,
pero guarda grandes tesoros artísticos, no solo los antes mencionados; destacamos la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Alcocer,
“La Catedral de la Alcarria”, llamada así por su planta catedralicia, ejemplo
de arquitectura transición románico-gótico.
EL MONASTERIO DE MONSALUD
El Monasterio de Monsalud se encuentra a las
afueras de Córcoles. Estamos ante uno de los más claros y bellos ejemplos de la
presencia de la orden del Císter en la Península Ibérica. Fue el primer y más
antiguo cenobio de la provincia junto a los de Bonaval, Buenafuente del Sistal
y Óvila, siendo el mejor conservado de ellos. Declarado Bien de Interés
Cultural desde 1931, ha sido objeto de varias restauraciones en las últimas
décadas por parte de la Junta de Castilla la Mancha. Su fundación está rodeada
de un halo de misterio cuyo origen proviene de los tiempos de los reyes
visigodos Amalarico y Clotilde, quienes construyen la primera ermita dedicada a
la Virgen de Monsalud. En relación a la edificación del monasterio, algunos
autores defienden su construcción entre el año 1140-1141, siendo por lo tanto
pionero de la Orden en España, a pesar de que el primer documento fiable data
del 1167, en el que Juan de Treyes, Arcediano de Huete, concede al Monasterio
de Monsalud la aldea de Córcoles con todos sus términos. Dicha donación está
ratificada por el Rey Alfonso VIII dos años más tarde, dando más datos sobre
los derechos y territorios del Monasterio.
EL YACIMIENTO ROMANO DE ERCÁVICA
El Yacimiento de Ercavica comenzó a excavarse en
1972. Es un magnífico ejemplo de ciudad romana. El desarrollo urbanístico de la
ciudad comenzó en época de Augusto, cuando debió programarse su
monumentalización, de modo semejante a lo identificado en otras ciudades del
entorno, como Segobriga o Valeria. Lo más seguro es que la ciudad romana se
asentase sobre una antigua población Carpetana de la cual aún no se ha
descubierto ningún resto. El auge constructivo debió mantenerse hasta el siglo
II d. C., mientras que hacia mediados del siglo III se produciría el declive de
la ciudad, con el abandono y caída en desuso de sus principales monumentos. No
obstante, hay que recordar el hallazgo, en el interior de uno de los edificios
del Foro, de una inscripción dedicada al hijo de Galieno, que sería muestra de
que en la segunda mitad del siglo III d. C. la vida municipal ercavicense tenía
aún suficiente vigor como para erigir un monumento conmemorativo al hijo del
emperador. Fue una de las ciudades más importantes de la Hispania Citerior,
llegando a alcanzar la nada desdeñable cifra de 20.000 habitantes, mucho más
que la conocida Segobriga. Ercavica contaba con un gran Foro (donde ésta la
basílica), Termas (muy bien conservadas), Teatro (probablemente mayor que el de
Segobriga, pero no excavado), y sobre todo de una población enriquecida por el
comercio del Lapis Specularis, que construyeron grandes domus que aún hoy
podemos admirar. Destacar también los restos de la Casa del Medico, llamada así
porque en ella se descubrieron una gran cantidad de utensilios médicos.
La trascendencia de Ercavica se mantuvo en el
tiempo con la presencia de los visigodos en la misma, dándole el estatus de
sede episcopal, bajo el nuevo nombre de Arcávica, fruto de una degeneración del
término primitivo. Entre los obispos que la presidieron destacamos a San Donato
. Los restos de este periodo son notables y abundantes por la zona como el de
dos necrópolis, un eremitorio, un baptisterio y un monasterio conocido como
Servitano en el paraje Vallejo del Obispo. Tras la invasión musulmana, los
restos y escritos atestiguan la presencia de bereberes en este núcleo,
renombrado como Santabariya. Ostentó el título o estatus de Cora, demarcaciones
territoriales en las cuales estaba dividida Al Andalus.
Durante la reconquista se abandonó la sede
episcopal reubicándose en Albarracín y Cuenca, perdiendo su influjo Santaver
(la Santabariya cristianizada) en los textos. A pesar de ello la población
devolvió el culto al antiguo monasterio cercano y se reubicó con el tiempo en
la actual Cañaveruelas.
Actualmente Ercávica y el Monasterio de Monsalud son
gestionados por un grupo de jóvenes que los mantienen vivos, y realizan visitas
y actividades muy interesantes:
Podéis acceder a su página web para más información en
el siguiente enlace: